Día 6345 o mundo cruel 

Una señora se cae en el andén,

y con ella mi fuerza, mi convicción.

Me caigo yo.

Cierro los ojos, quise ayudar, más no pudo ser. Soy pequeño, diminuto, minúsculo, necesito saber qué hacer, y por no saber no sé quién soy.

¿Quién soy? ¿Quién soy?… ¡A dónde voy!

¿Dónde estoy?¿ En una calle, en un andén? ¿Delante de una señora que se acaba de caer?

No… sí, ¡en un mundo cruel!

Mira su rostro, su soledad, su inútil intento de triunfar, y lo peor de todo… Es que en ella estamos todos:tristes, muertos, solos, buscando un motivo para continuar, para estar, para no dejar de ser.

Ahora… abre los ojos, siente el viento.

¿Qué ves? ¿Algo nuevo? No, tan solo el mismo polvo, la misma mierda de cada día. Miseria, lucha y el sinsentido de la no convivencia que desde un principio te negaste a ver.

En este mundo tan singular, tan bello y a la vez tan cruel tan solo hay una regla:

Herir o vivir.

Matar o morir.

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